Encontré a Gervasio Sánchez al otro lado del mundo
Por: Pablo Peralta
Entrevistar al premio Ortega y Gasset de Fotografía 2008 es un sueño para un estudiante de Comunicación de la universidad pública de La Paz. Pero me atreví a soñar y comencé a buscar a través del infinito mundo virtual a Gervasio Sánchez, periodista español, especializado en cubrir historias a largo plazo de las víctimas de los conflictos armados.
Es autor de varios libros. En su carrera periodística, que comenzó en 1984, recibió muchos galardones. El más reciente es el premio Ortega y Gasset de Fotografía 2008 por la imagen Sofía y Alia, que muestra a una mujer con prótesis en las piernas durmiendo en el suelo junto a su pequeña hija.
Sofía Elface nació en Mozambique y a los 11 años una mina antipersonas le mutiló las piernas y se llevó a su hermana María. Ahora tiene 25 años y dos hijos —Leonaldo y Alia—, y su mayor deseo es conseguir trabajo y estudiar medicina. Gervasio la conoce desde que tenía 14 años.
La idea de entrevistar al periodista español nació en el aula del Taller de Prensa, paralelo “C”, a raíz de mi propuesta de escribir un reportaje sobre periodistas free lance o autónomos.
Comencé por buscar en Google y al principio no encontré algún sitio concreto para entablar contacto. Después descubrí algunos de sus artículos publicados en la versión digital de la BBC de Londres; dejé algunos comentarios explicándole mi interés, pero no hubo respuesta.
Opté por enviarle mensajes al sitio web de Vidas Minadas, uno de los proyectos trascendentales en su vida, en el cual trabaja desde 1995. Todos los e-mails que le envié rebotaron y aparecieron en la bandeja de entrada de mi correo electrónico.
No me di por vencido, pero decidí cambiar de estrategia. Comencé a buscar blogs que hablaran de él y del premio Ortega y Gasset que ganó en abril de este año. En esa ocasión Gervasio dio un discurso de interpelación valiente y directo al gobierno de su país que permite la fabricación de minas antipersonas.
Encontré varios blogs, pero sólo dos hablaban de Gervasio como si tuvieran con él un vínculo familiar o amistoso. Aproveché eso y me lancé a enviar correos electrónicos a las dos personas de las cuales, ahora me doy cuenta, dependía mi búsqueda. Les expliqué las razones y me puse a esperar.
Mis deseos, envueltos en un sobre virtual de color esperanza, le llegaron a Rosa Jiménez Cano, periodista del diario español El País. Contestó. “Ya hablé con Gervasio. Ahora mismo está en Camboya y con poca conexión”. Más abajo anotaba una dirección electrónica que llevó por lo alto mi ánimo periodístico. Iba a entrevistar a un gigante del periodismo.
Gervasio Sánchez vive el periodismo las 24 horas del día y la mayor parte de su tiempo está de viaje. Cuando me respondió por primera vez su correo electrónico titulaba “Gervasio desde Camboya” y unas semanas después decía “Gervasio desde Sarajevo”.
Aceptó la entrevista y pidió que la hagamos vía telefónica, cuando él retornara a España. Al leer esas palabras sentí que el recorrido terminaba ahí y que el océano Atlántico, literalmente, se interponía entre él y yo.
Mi economía de estudiante de cuarto año de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) no me permite pagar un promedio de 4 bolivianos por minuto en una llamada de larga distancia a España, considerando que el salario mínimo nacional en Bolivia es de 570 bolivianos, unos 80 dólares.
Fui sincero y él aceptó que hiciéramos la entrevista por correo electrónico. Pasaron más de dos semanas y ya estaba angustiado. Sin embargo, el 3 de octubre llegó lo esperado: todo el cuestionario respondido y al final su despedida habitual: “un abrazo”. Deje de soñar y comencé a disfrutar de una realidad.
1 comentario:
Hola Pablito no maches que insitente el niño.
se e que Dios apate de darte el don de escrivir magnificamente, ta ha dado el don de la paciencia.
oye que super estudiar con compañeros de tu nivel, ma late que pronto seras un escritor y periodista bastante reconocido, y yo orgullosa podre decir que estudie contigo, pa que vean que tenia competencia. no mentira eres super ya tu sabes.
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